jueves, 30 de septiembre de 2010

Explotación y trata. Crímenes sin solución.


Los jóvenes de entre 15 y 25 años somos una buena tajada de la población total del país. Algo así como 21 millones al final del año pasado. Dicen que de esa cantidad, la mitad no estudia ni trabaja; que 3 de cada 10 han sufrido alguna agresión de tipo sexual y al menos uno, son o han sido explotados sexualmente. Y como no. Si aunque no nos lo creamos, la esclavitud sexual y la trata de personas con este, y otros fines como la servidumbre y el tráfico de órganos, es cosa de todos los días en este país. A lo anterior hay que añadirle ciertos usos en determinadas estados de la republica respecto a los que la ley no interfiere; esos donde los padres venden a sus hijos e hijas y donde las mujeres pasan de un propietario a otro como si de simples objetos se tratasen. ¿Cómo vamos a acabar entonces con la trata organizada de personas si todavía se permite que este tipo de delitos se queden impunes? Es problema no sólo es de quien sufre o de quien hace posible esta terrible realidad. No deberíamos tolerar maltratos; ni hacernos de la vista gorda. Es necesario también que aprendamos a respetar y proteger a los demás como creemos hacerlo con nosotros mismos. Piensa que si no hubiese gente que gusta de humillar y poseer, la trata de personas y el abuso no serian un negocio rentable.

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