jueves, 21 de octubre de 2010

De garantías...



Aunque la constitución establezca la justicia como una garantía ciudadana, la realidad es que nuestro país- y ni que decir nuestro estado- vive en la impunidad permanente. La justicia por aquí ni se procura ni se administra. Si hasta lo ven como loco a uno cuando piensa en hacer una queja o en poner una denuncia. ¿Quién te va hacer caso? Dicen más de uno. Nadie le cree a nuestro sistema judicial y eso no debe ser nada sano. A mí hasta los militares que últimamente se han vuelto parte del entorno me dan un poquitín de desconfianza. No me consta de qué lado están; y eso de la reactitud, el amor al arte y la pasión por el servicio es como que muy romántico y se me hace que sólo se ve en las series gringas de policías.


Y en todo caso ni lo culpo, porque parece que en general, en este país; no hay mucho para donde hacerle y todos tienen en un momento u otro que rascarse con sus propias uñas.


No me extraña lo sucedido en Tetela del volcán; donde el pueblo estuvo a punto de linchar a cinco sospechosos de secuestro y asalto que presuntamente se relacionaban con la policía municipal. Los ciudadanos estamos cayendo en un estado casi paranoico donde lo único que nos consta es el lado del que nosotros mismos estamos. Cada vez uno se siente más solo ante la delincuencia, el crimen organizado y la corrupción, ¿y que queda? La justicia de propia mano que es la única que tiene garantía.


Lo peor es que al final de cuentas, esta única garantía nos va arrastrando más al hoyo.

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